El futuro de Ucrania, tema central de una conferencia

«La guerra en Ucrania plantea nuevas preguntas, nuevos retos y nuevas formas de pensar nuestra misión como iglesia. Nuestro desafío hoy es ser una iglesia relevante, una iglesia de alto impacto que asuma su voz profética en la esfera pública», expresó la presidenta de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR), Najla Kassab, durante una conferencia celebrada en Budapest (Hungría) y en Transcarpacia (Ucrania).

Por iniciativa de la Iglesia Reformada de Hungría (IRH), en cooperación con la Iglesia Reformada de Transcarpacia, la «Conferencia sobre el Futuro de Ucrania» tuvo lugar los días 14 y 15 de julio, reuniendo a referentes eclesiales y ecuménicos de todo el mundo.

«Nos hemos reunido hermanas y hermanos del Este y del Oeste, de las zonas en crisis, de los países vecinos, y tenemos una posición común muy clara: no sabemos cómo ponerle fin a la guerra, pero sabemos lo que debemos hacer, tanto personalmente cuanto como iglesias: AYUDAR», manifestó el obispo Zoltán Balog, de la IRH.

La consulta incluyó tres paneles diferentes en los que se presentaron perspectivas e iniciativas sobre paz, justicia y reconciliación desde Europa, Oriente Medio, Corea del Sur y varias iglesias de Ucrania. La segunda parte de la consulta incluyó la celebración de un culto con la iglesia de Transcarpacia y el intercambio de palabras de apoyo y la oración con quienes desarrollan sus ministerios allí.

«La guerra de Ucrania nos impulsó a ocuparnos de las injusticias y a ser una iglesia que se vincula de manera concreta con el sufrimiento de la gente. Servir a las personas refugiadas y proteger la dignidad de todas las personas», afirmó Kassab, quien es también ministra del Sínodo Evangélico Nacional de Siria y Líbano.

En su presentación durante la conferencia, titulada “Visión cristiana para las sociedades afectadas por la guerra: restauración y reconciliación”, – Kassab manifestó que: «Como una iglesia que ha luchado durante años en Oriente Medio contra la guerra y la enemistad, nuestra preocupación siempre ha sido cómo preservar nuestros valores y no solo reaccionar ante la violencia que nos rodea. En medio de la guerra, tenemos la tentación de reaccionar y eso nos distrae de los principios en los que vivimos.”

«Para ser una iglesia que promueva la reconciliación debemos mantenernos firmes en nuestras convicciones aun cuando eso pueda significar asumir un alto costo; incluso cuando nuestra postura no parezca ser popular o atractiva para muchas personas», enfatizó.

A partir de recientes experiencias en El Líbano, Kassab afirmó que: «uno de los desafíos que enfrentamos actualmente para entender la misión es la urgente necesidad de que la iglesia salga de sus muros. En los últimos años, nuestra iglesia en El Líbano ha comenzado un nuevo ministerio, abriendo escuelas para niñas y niños refugiados sirios que se quedaban en la calle sin educación y con la amenaza de sufrir abusos. Salir a las calles y a las tiendas de campaña e ir al encuentro de esa niñez en los campos de personas refugiadas transformó por completo nuestra comprensión del discipulado. Fue una época en la que nuestra iglesia presbiteriana descubrió una nueva manera de ser iglesia, en la que las personas refugiadas que nos rodeaban nos enseñaron de nuevo cómo ser el cuerpo de Cristo en el mundo.”

«Cuando encontramos sentido en nuestra forma de vivir, entonces podemos vislumbrar la esperanza en medio de nuestras luchas. Al hacer nuestra la historia, los valores y el amor de Jesús empezamos a ver la gloria que Jesús prometió. No nos encerramos en la tumba de nuestro sufrimiento y afirmamos nuestra fe en un mañana mejor», afirmó Kassab.

La Conferencia sobre el Futuro de Ucrania se basó en la tarea que llevan adelante las iglesias asociadas, las organizaciones eclesiales y las iglesias de Ucrania para consolidar sus relaciones y para permitir un precedente de diálogo abierto y continuo sobre la paz justa.

Las personas que participaron procedían de iglesias de Bélgica, Croacia, Alemania, Hungría, Italia, Líbano, Irlanda, Polonia, Rumanía, Escocia, Serbia, Eslovaquia, Corea del Sur, Suiza, Siria, Estados Unidos y Ucrania. Además de la CMIR, estuvieron representadas como organizaciones eclesiásticas la Comunión de Iglesias Protestantes de Europa y la Conferencia de Iglesias Europeas.

La Iglesia Reformada de Hungría contribuyó a la elaboración de este artículo. Fotografía de Hurta Hajnalka.