Grupo ecuménico diagrama el rumbo de la paz en Colombia

Un encuentro ecuménico realizado a mediados de agosto reunió a líderes y lideresas de iglesias de diversos lugares del mundo para diagramar los próximos pasos de su participación en el proceso de paz y reconciliación en Colombia.

«Creo que resulta importante que cuando pensemos en la paz, cuando trabajemos por la paz, tengamos en cuenta que la paz es algo urgente en muchos contextos, especialmente en Colombia, donde pudimos ver la sed de paz que tienen las personas, que la paz no es sólo un concepto sino una realidad ausente en la vida de la gente «, expresó Muna Nassar, secretaria ejecutiva de Misión e Incidencia de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR).

Organizado por el Diálogo Intereclesial por la Paz en Colombia (DiPaz), el encuentro convocó a representantes de la CMIR, del Consejo Mundial de Iglesias, de la Federación Luterana Mundial y de ACT Alianza, junto con representantes denominacionales, entre quienes se encontraban la Iglesia Presbiteriana de Colombia, la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) y la Iglesia Presbiteriana Reformada en Cuba.

«El compromiso de la Iglesia Presbiteriana de Colombia con el proceso de paz y la valentía de ese compromiso inspira a nuestra familia reformada a comprometerse con ella no sólo en oraciones y en apoyo, sino con muchas y diversas formas de solidaridad. Mantuvimos, mantenemos y mantendremos nuestro compromiso con la paz y con la justicia para nuestros hermanos y nuestras hermanas en Colombia, así como para con su pueblo, mientras nos necesiten», manifestó Dora Arce Valentín, secretaria ejecutiva de AIPRAL, el consejo regional para América Latina de la CMIR.

«La importancia de desarrollar una tarea ecuménica por la paz y por la justicia en Colombia puede ser muy significativa, ya que permite potenciar las fortalezas de varias tradiciones cristianas, ofrecer un enfoque más integral en temas complejos, promover la unidad dentro de la comunidad cristiana, brindar un testimonio al mundo y fomentar el aprendizaje y el crecimiento», compartió Valdir Franca, coordinador de área para América Latina y el Caribe de la Misión Presbiteriana Mundial.

Ocho años después del primer foro que dio origen a DiPaz, el grupo se reunió para analizar el estado actual del diálogo y del cese de hostilidades entre el gobierno y la guerrilla, así como para profundizar en las experiencias y todo lo aprendido a partir del acuerdo en marcha entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El encuentro incluyó reflexiones bíblico-teológicas, interpretaciones de la situación actual y análisis de diferentes aspectos de las instancias de reparación y de reconciliación que fueron acompañadas por DiPaz y sus organizaciones miembros. El grupo también viajó a una zona remota bajo ocupación militar para percibir la realidad sobre el terreno.

«En la comprensión de la paz, es importante mantener la justicia como eje de todo el proceso; y estar en Colombia y escuchar desde el contexto local cómo la paz ha sido un camino, un desafío para muchas personas, ha empujado a quienes participamos a discernir y a pensar sobre lo que implica la acción concreta por la verdad y cómo es posible acompañar este camino hacia la paz, una paz verdadera y justa», añadió Nassar.

Al concluir el encuentro, DiPaz presentó sus planes estratégicos para los próximos cinco años para su revisión y respuesta, que continuarán su compromiso con «una agenda de paz a largo plazo para Colombia, desde el incremento de las capacidades socio-eclesiales para la paz y el acompañamiento a comunidades de fe, colectivos y comunidades que promueven procesos de reconciliación, y la incidencia en los procesos formales de diálogo entre el gobierno y los diversos grupos armados».

«Participar en el encuentro ecuménico de DiPaz en Colombia resultó una visita crucial para el trabajo de paz y reconciliación en el que siempre ha estado involucrada la CMIR», dijo Nassar. «La CMIR ha acompañado el proceso de paz en coordinación con AIPRAL, nuestras iglesias miembros y contrapartes, y así habrá de continuar».

Las tareas de paz de la CMIR en Colombia cuentan con el financiamiento del Otto per Mille.

(AIPRAL contribuyó a este artículo. Imagen cortesía del CMI/Marcelo Schneider.)

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