El proceso de paz en Colombia está en peligro, advierte grupo protestante global

por Stephen Brown

Advertida de los peligros para el proceso de paz en Colombia entre el gobierno y los movimientos rebeldes, la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas ha pedido al gobierno colombiano que logre un final negociado del conflicto.

La «esperanza de paz está en peligro porque un sector de la sociedad colombiana que ha mantenido sus privilegios y se ha aprovechado de la guerra insiste en buscar una victoria militar en este largo conflicto y rechaza los acuerdos de paz», afirmó la Asamblea General de la CMIR en una resolución aprobada el 7 de julio, último día de su reunión de 9 días en Leipzig, Alemania.

La CMIR agrupa a más de 225 iglesias protestantes de todo el mundo en más de 110 países.

En 2016, el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) acordaron un acuerdo de paz después de más de 50 años de conflicto armado que dejó cerca de 250.000 muertos y más de 7 millones de desplazados internos. En febrero de 2017, el gobierno inició conversaciones públicas con otro grupo armado en Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Sin embargo, las comunidades que han vivido junto a los grupos armados se enfrentan a mayores riesgos, según la resolución de la CMIR, con los guerrilleros que están dejando sus armas y reingresando a la sociedad civil, en riesgo.

En 2016 y la primera mitad de 2017, casi 150 defensores y defensoras de los derechos humanos y líderes comunitarios que buscan la paz han sido asesinados, y muchos más han recibido amenazas.

La Asamblea General, máximo órgano de decisión de la CMIR, instruyó al Comité Ejecutivo y a la secretaría de la CMIR que » exhorten al Gobierno colombiano a que aplique de manera rápida y efectiva los acuerdos alcanzados con las FARC-EP y que continúe los diálogos con el ELN hasta que se llegue a un final negociado del conflicto y la paz con justicia social se convierta en una realidad.»

Alentó a todas las iglesias miembros de la CMIR a «compartir experiencias en la consolidación de la paz, para promover una pedagogía para la paz y la reconciliación en Colombia, buscando fortalecer una cultura de la no violencia y de resolución pacífica del conflicto histórico.»

La resolución también instó a apoyar los programas de desarrollo y educación de las iglesias colombianas en comunidades y sectores sociales que trabajan localmente para construir la paz, con énfasis en los derechos humanos, la inclusión, la sostenibilidad y el cuidado de la creación.

En una resolución aparte, la Asamblea General de la CMIR instó a realizar esfuerzos para hacer frente a los años de violencia en Guatemala, El Salvador y Honduras como resultado del conflicto de pandillas, la delincuencia organizada y el narcotráfico.

«La cultura endémica de las pandillas, junto con las realidades socioeconómicas de la pobreza, el desempleo, el bajo ingreso familiar, la disfunción familiar, la violencia doméstica y los problemas psicológicos, producen enormes problemas para la sociedad y las iglesias», expresa la resolución.

Respecto a una polarización política continua en Venezuela, la Asamblea General instó a apoyar a la iglesia en aquel país latinoamericano «para hacer frente a la necesidad de construir una cultura de paz que haga posible el diálogo y la reconciliación».

Sobre Cuba, expresó su preocupación por «acciones unilaterales» que limitan el progreso “hacia la reconciliación entre Estados Unidos y Cuba».

La Asamblea General instó a las iglesias de América Latina y el Caribe a «brindar apoyo y ayuda al pueblo de Cuba para superar las dificultades económicas derivadas del bloqueo impuesto a Cuba».

La CMIR reúne a más de 225 iglesias protestantes con una membresía de aproximadamente 80 millones de cristianos y cristianas en iglesias congregacionales, presbiterianas, reformadas, unidas y valdenses en más de 100 países. Sus oficinas están en Hannover, Alemania.

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